.
Luce el cielo más bello y más triste
la calma del mar anguria batalla,
y la brisa tropical…
caricias tiernas de triunfo y gloria.

Piérdese en el ocaso,
las ilusiones frustradas,
y nace en la aurora otras nuevas
con el vigor de la tenacidad.

Dejo en esta despedida…
Agradecimiento y amor
a esta patria querida
que siendo tan pequeña.

Me enseñó generosidad
y abnegación.
Dejándose desunir,
para dar al mundo unión.

.

Dicen que “madre no hay más que una”
y eso creo. Sólo que
a quien así llamé
al mundo no me trajo,
y de sus entrañas vírgenes
la vida no me dió.

Y fué madre,
con sus cualidades
y defectos,
luchando y sufriendo

Su pensamiento era todo sentimiento,
y hoy, abstracto, anima mi vida
y como ayer oigo;
¡buenas noches machanguita!

Mañana será su día,
Pero ella no estará.
Con las manitas vacías se fué.

Mientras las mías abiertas,
la buscan en la sombra
y agarran el vacío
y en vez de...
> Leer el articulo

¿Braque, que buscas tú
en ese mundo extraño de colores?
Tu alma sensible
te hace susceptible a las emociones.

Y al expresar las impresiones,
tu lenguaje de colores
expone formas de poesías
tétricas y calladas, pero elocuentes.

Algunos son feos brochazos
a diestra y siniestra
relieves de pintura endurecida
pero que conmueven al alejarnos.

El fluido luminoso
entre rayos de luz
deja ver formas no vistas
desprendiendo emoción.

Te cuadro extraño
para el profano,
incomprensible,
es...
> Leer el articulo

.

Aurora de oceanía,
despertar de la vida.
Besar tu boca,
eternizar mi dicha.


Un día
se torna un año
y la realidad
un sueño.

Te envuelven las miradas
cariñosas de mis ojos
claros y obscuros,
tristes y alegres.

Alegres como el reír del mar,
aurora de oceanía,
seductora del marino
y tirana mía.

Crees poderme engañar
con tus halagos
de un infinito más bello.

Que el amor de mis amores,
no es más que un reflejo
de un ocaso triste.

Seguirte no puedo
ya es muy...
> Leer el articulo

.

¡Maldito sino!
que ahogó mis esperanzas.
Bien sabía que nunca volvería.

¿A dónde van mis pasos
perdidos en la bruma?
sofocados en el bullicio
del torrente humano.



¿A dónde van mis pasos?
El tiempo y yo
somos enemigos acérrimos.

!Lucha desigual!
Un enano
Y un titán.

El, que no pasa,
y yo…
que avanza.

Ya no me pregunto
a dónde van mis pasos,
mi respuesta es el silencio.

El se queda,
y yo paso.


E.E.R. LEFEVRE DE WIRZ